AMOR EN LA FERIA.

                  Fueron unos días tan intensos y divertidos cuando conocí a Paula, que siempre pensé que en mi vida no tendría ninguno que me produjera tamaña felicidad. Compartimos lo que se se suele llamar todo, nos conocimos en una feria de un pequeño pueblo y el divertimento fue mutuo, pues cinco ó seis días de risas y fiestas, fue lo mínimo que tuvimos en común. Pero estaba claro que una historia así no podía durar de por vida y al poco, cada uno, tuvo que retomar sus quehaceres cotidianos.
                      Ella, trabajaba en una pequeña empresa familiar y yo había llegado al pueblo de casualidad, empujado por unos amigos. Y empezamos una relación que de tan apasionada y profunda, parecía que no tenía fin. Duramos juntos casi una semana, lo mismo que duró la feria, al cabo, se acabó todo, pues cada uno con todo el dolor que eso implicaba, abandonamos al otro, pues el tiempo había pasado y nos teníamos que marchar.
                                Eso fue lo que pasó en aquella feria. No nos volvimos a ver hasta pasado mucho tiempo, tanto, que casi ninguno de los dos nos conocíamos. Pero los sentimientos, eran los mismos y cuando coincidimos después de muchos años, nos reconocimos como si fuera el primer día.