martes, 28 de septiembre de 2010

RECUERDO DE UNA NOCHE

                                    Me levanté temprano, una rendija de luz entro por el stor del cuarto y fue suficiente para distraerme de mi sueño. Al abrir la puerta del baño, maldije la luz encendida, pronto me di cuenta de que estaba apagada y que el sol era el culpable.
               Cerré la ventana y casi a oscuras, me lavé los dientes y la cara, hice pis y me dispuse a tomarme el café que había sobrado del día anterior, sólo necesitaba un poco de cafeína para volver a ser persona. Pasados quince minutos pareció que mi cuerpo iba cobrando algo de lucidez, me levanté con cuidado para hacerme un café en condiciones.
                    El wisky del día anterior aun se dejaba sentir, la resaca formaría parte de mi día sin ser invitada, que asco, pensé con resignación, como decía una amiga, quien tiene buena noche, no puede tener buen día. Y yo la había tenido, muy buena, sí señor. Cuando  me sintiera mejor, me detendría a pensar en ello. 
                     Me vine a sentir un poco más aliviada bien entrada la tarde, el dolor de cabeza se fue marchando y me sentí agradecida.
                      Recordé el tipo con el que la pasada madrugada, compartí la cama. Su cama, porque a la mía no llevaba a nadie. Aquel desconocido, dijo llamarse Ricardo?, no lo podría asegurar, pero creo que sí. Cuando vi que me miraba en el pub donde estábamos, no le presté demasiada atención, sobretodo porque su pelo casi blanco me hizo pensar en un hombre muy mayor, pero cuando se acercó con una sonrisa abierta y distendida, creo que supe como iba a acabar la noche. 
                          Todo sucedió  de manera natural y fluida, parecía que estuviéramos hechos el uno para el otro. Su cuerpo se adaptó a mi cuerpo como un guante a la mano de su dueño, no hubo postura que no exploráramos ni rincón que dejáramos sin investigar. Fue para mí, el sexo perfecto, la noche del sueño de cualquier mujer. 
                         Días mas tarde, intenté localizarlo de nuevo, yo quería más, quería sentimientos, quería relación... quería futuro con él.
                          Desapareció de mi vida sin dejar rastro, me dejó el recuerdo de una noche, ahora estará en otras camas, dejando a otras... también recuerdos.

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