martes, 20 de diciembre de 2011

Marisa.

                                        Son las tres de la mañana, y aquí estamos, en la fiesta del cumple. de mi hermana. Rodeados de amigos. A algunos hace tiempo que no los veíamos, reencuentros y nuevas presentaciones. Todos dando en ese día lo mejor de sí, relajados y felices. Mi hermana con su sonrisa perenne que atrae a cualquiera y su buen hacer. Contenta en su 50 cumpleaños. 
                     Marisa es así. No tiene dobleces, es o no es. He aprendido con los años a comprender su manera de ser. La admiro por lo que ella a aprendido con los años, por su forma de buscar y lo que ha encontrado. Marisa es una persona feliz. 
                          Con mi hermana al lado el mundo es de colores, verla llegar con su buen humor y su alegría, hace que los demás nos sintamos un poco parte de ella. 
                              Desde aquí quiero hacerle llegar a mi hermana todo el amor que siento por ella y decirle simplemente...Marisa, no cambies nunca.                            

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