viernes, 18 de marzo de 2011

UN CAMBIO EVIDENTE.

                   Para toda la gente del pueblo el vecino del veintiseis, era un personaje dañino y malvado, lo conocían hacía ya demasiados años para  saber de que pie cojeaba. Un personaje de tal calaña, no tenía ninguna simpatía entre los habitantes de la pequeña ciudad. En ocasiones había sido agresivo y maleducado con más de uno y otras veces, su grosería y estupidez, hacía que provocara a los que estaban a su alrededor. Cuando tuvo un intento de maltrato hacia una de las mujeres de la zona, ya fue el colmo, un intenso odio se apoderó de todos y de común acuerdo decidimos alejarlo de nuestro lado.
                   Se tornó en un hombre solitario y sumamente desconfiado. Pero esto fue hasta que coincidió  con una persona desconocida para él y que fue decisiva en su vida. Pues Francisco, acudió al pueblo casi sin pensarlo, no era su propósito en ese momento, pero lo empujaron las  circunstancias de su vida. En aquel entonces, no podía pagar el alquiler de la casa en que se encontraba y decidió volver al lugar de donde había nacido y  tenía una propiedad.
                        Y fue ahí en donde conoció a Juan, el vecino del veintiseis. De la manera más absurda, pues simplemente paseando por el parque de la zona, se presentaron y entablaron una amistad que duraría mucho tiempo.
                              Como Francisco era una persona accesible, no fue difícil entablar conversación con él, era una persona asequible y espontánea, de lo más sociable. Cordial y entusiasta, tenía momentos en que una cierta serenidad le invadía y la paz que irradiaba, era de una estabilidad tal, que parecía algo así como un guía espiritual.
                        La vida de Juan cambió en el contacto con la persona de Francisco, se le adhirió la sensibilidad y la generosidad de su amigo, al poco tiempo, la gente que lo odiaba, empezó a cambiar de opinión con respecto a él.       

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.