Mujeres con coraza.

                               Cuando era joven y veía en las noticias algún niño recién nacido que habían abandonado, o como madres de otros países daban en adopción a sus pequeños, pensaba que todas las madres no amaban por igual a sus hijos. Hoy día he cambiado de opinión.

                He vivido en carne ajena lo que es criar niños sin tener trabajo, ni dinero y la nevera siempre vacía.  Como se vive en otros países en donde las mujeres sacan adelante sus casas mientras sus maridos se dedican a vagabundear o simplemente las han abandonado.  Madres que no tienen acceso a una planificación familiar y ni siquiera sus parejas aprueban esa opción.

                    Mujeres que sufren a diario el alcoholismo de los padres de los chicos e incluso malos tratos, porque ellos creen que ellas son propiedad suya. 

                       Hoy día he cambiado de opinión, sé del sufrimiento que conlleva dejar un hijo atrás.

                         Pienso en el intenso dolor que sufren esas mujeres, una coraza de hierro cubre sus mentes para poder aguantar esa terrible presión.  

                         Me siento agradecida de vivir en una sociedad en la que poco a poco los hombres van entendiendo... Nuestra lucha para que ellos comprendan parece eterna, yo lo he intentado con lo que tengo más cerca, criar hijos que sean sensibles y compartan con nosotras, las mujeres.