NOS VOLVIMOS MENTIROSOS...

                      Suponer que la historia en la que me encontraba actualmente se parecía a una novela rosa, era decir la pura realidad. Encontré a Carlos en un lugar cualquiera, de un día cualquiera del mes de Agosto. Salí a caminar como hacía a diario, temprano, dirigiéndome hacia la zona de siempre, el frescor del día hacía que aprovechara esa hora. Al verlo, supe que ese momento iba a cambiar mi día para siempre. Y así fue. 

                          El entablar una relación amorosa a partir de aquel instante, hizo que entre nosotros surgiera algo nuevo, pues a pesar de conocernos hacía ya bastante tiempo, la distancia que habíamos puesto sin siquiera desearlo, nos hizo seres desconocidos después de los años pasados.
                             En el momento actual, ya no éramos los jóvenes de antaño sino mucho más maduros y serios que cuando nos conocimos. Los dos empezamos una historia amorosa sin decirnos que por ambas partes teníamos otras. Fuimos crueles en eso. No hubo diálogo ni confidencias, simplemente una situación de lo más absurda, porque no reflexionamos ni hubo un proyecto común, sino que nos lanzamos sin analizar la cuestión.
                                      Extenuados y débiles hasta el hastío, fue como acabamos, pues ocultarnos mutuamente las mentiras, nos costó tanto como pesar y congoja pudieron con nuestra alma. En el trayecto, dejamos atrás tantas cosas, que casi, casi.... olvidamos que  éramos seres humanos.