LA HUELLA DE UN EXTRAÑO.

                            Al salir del cine, acompañada de mis sobrinos, pensé que debería haber ido a otra película, pues aquella de dibujos no me entretuvo demasiado y me sorprendí bostezando varias veces. Los llevé a su casa y después de saludar a mi hermana, me marché a la mía. Me había mudado recientemente, vivía ahora en la parte antigua de la ciudad, en donde casi todas las calles son peatonales y no hay bares ni lugares de ruidos. Me sentía feliz de estar ahí, las noches eran absolutamente tranquilas y durante el día, sólo se escuchaba el sonido de los pájaros del árbol cercano.
                       Como ya era tarde, me dediqué a leer un rato y luego me fui a la cama, me sentía cansada y al poco, me dormí. El despertar de la madrugada, no me pareció extraño, pues me pasaba con frecuencia, así que me levanté a tomar algo, un vaso de leche me vendría bien. Según empecé a beber, noté la sensación desconocida de que alguien me observaba. Miré a mi alrededor para confirmar que realmente no era así, pero la intensidad del efecto, seguía fija en mí.
                           Un tanto nerviosa, cogí el palo de béisbol que guardaba en la alacena y paseé por la casa buscando al intruso. No encontré a nadie, pensé que mi imaginación me jugaba malas pasadas, así que volví a mi cuarto y a mi cama.
                             Pero dormir se me hizo imposible, la huella de un extraño, me acompañaba. Cuando por fin pude cerrar los ojos, fue por puro agotamiento, me levanté temprano y fui a recoger el periódico como hacía a diario, en primera plana, pude leer como muchos de los habitantes de la ciudad, habíamos tenido extrañas impresiones durante la noche, el gobierno investigaba la causa.....