En otro tiempo mantuvieron una feliz relación, pero en la actualidad, la desesperanza se notaba cada vez más cercana a ellos. Todos lo notaban en la zona en donde vivían, nunca pudieron entender el porqué de ese desamor, pero lo cierto es que ahí estaba. Daba igual que fueran humanos o de otro tipo, a la hora de amar o de desamar, actuábamos todos de la misma manera. Cuando llegaba el instante de decir adiós, nadie tenía reparo alguno en extender la mano y si existía la posibilidad, saludarnos y si no, sólo con una simple palabra, bastaba. En este caso, al no ser seres no humanos, nos parecería que tendrían que tener unos sentimientos diferentes a los nuestros pero nos equivocábamos, pues las emociones eran exactamente las mismas. No pudieron entenderse el uno al otro, al tiempo, comprendieron que sólo la razón era la que descubría en un trágico esfuerzo, lo que realmente sentían entre sí. |
sábado, 19 de marzo de 2011
AMORES,AMORES,AMORES.
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