lunes, 18 de octubre de 2010

EL NO TENER CABEZA

                   En ese entonces, yo era una niña, siempre oía en mi casa embrollos y discusiones, pensaba que en las demás pasaba lo mismo, no tenía referencias de como se vivía en otros sitios. Eramos mucha gente, cinco hermanos, mis padres y un tío añadido. Si a eso se le añade que el sudodicho tío no trabajaba, ni hacía nada por buscar trabajo, la cuestión mas seria del problema estaba ahí. Mi tío era un vago redomado, se pasaba el día viendo la tele y escuchando música, se levantaba después de las doce, lo que a mis padres les volvía locos, porque como bien decían, a esa hora ya no le daba tiempo de ir a encontrar ningún trabajo. Pero claro, tampoco tomaban ninguna decisión seria con respecto a él, porque yo en su lugar, lo hubiera puesto de patitas en la calle. Pero como la suerte es así, semanas después, mi tío,se ganó la lotería, un buen premio, si señor, de esos que no se ven todos los días.
                   Entonces, se acabaron los problemas en mi casa, porque él repartió con todos, le daba para eso y para mucho mas, nos mudamos de casa, compramos una dos veces mas grande, en una zona privilegiada. Empezamos a ir a buenos colegios, a comer todos los días lo mejor de lo mejor, empezamos como se dice, a disfrutar de la vida.
                    Pero el que era realmente rico, el que había ganado tanto dinero, ese fue el mas desgraciado de la familia, se dedicó a regalar a todo el que le pedía, el alcohol y la droga lo acompañaron a él y a sus múltiples nuevos amigos. Cuando unos cuantos años después, se quedó sin nada, volvió a casa, empezó la historia otra vez, nosotros habíamos tenido cabeza  teníamos dinero, pero él, no tenía nada.    

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