viernes, 26 de agosto de 2011

Mis pequeñas amigas.

                                  Desde muy pequeña tuve mi habitación cubierta de hadas.El papel de la pared, mi colcha, incluso en  la alfombra del cuarto, había un  un hada dibujada. Es cierto que algunas de mis amigas también hacían lo mismo, pero según fueron creciendo cambiaron de gusto y ya de adolescentes, empezaron a sustituirlos por pósters de cantantes y artistas famosos.
                              Pero ese no fue mi caso, seguí coleccionando mis historias de hadas y tuve  llena de ellas mi habitación, toda mi vida. Es bien cierto que mi madre intentó por todos los medios quitarme esa costumbre, pero  terminó aburriéndose de esa lucha que teníamos las dos, cuando pasó un tiempo y vio que no había nada que hacer, lo dejó por imposible.
                                 Y así, de ésta manera he llegado al final de mis días, ahora que ya no puedo levantarme del sillón ni salir de casa, mis pequeñas amigas me hacen compañía. Estoy convencida de que cuando me tenga que ir de éste mundo, quien me recogerá en el otro, será una de ellas.


1 comentario:

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.