sábado, 27 de agosto de 2011

Los consejos de mi hermana.

                                        Me gustó desde que lo vi, de la más absurda de las maneras pensé que ese hombre me gustaría para padre de mis hijos. También es verdad que de alguna forma lo buscaba, el tiempo se me echaba encima y quería tener hijos. Los niños me gustaron de siempre, si no me daba prisa en ponerme a ello, mi reloj biológico no me iba a ayudar demasiado.                                                  
                          Cuando empecé a tener relaciones con con él, no le dije nada, tan sólo agujereé los preservativos. Y por supuesto tres meses después, estaba embarazada. En principio me sentí feliz, hasta que hablé con mi hermana y le dije lo que había hecho. 
                                 Puso el grito en el cielo, ella era separada y sabía de lo que estaba hablando. Durante casi una hora, me hizo darme cuenta de que tener un hijo para sentirse bien es de  un egoísmo desmesurado. El niño crecería, necesitaría un padre y una madre ¿ y entonces qué ? Tendría que empezar con mentiras, ocultando algo que no quería que supiera. No es plan, dijo, todo niño que nace tiene derecho a hacerlo en unas condiciones óptimas, lo que pase después es otra historia. 
                                     La entendí tan bien, que al día siguiente se lo dije al futuro padre, se sintió feliz. Siempre me apoyó en todo y hoy día es un excelente padre. Los consejos de mi hermana, no cayeron en saco roto.

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