El instante en que sentimos el ruido nos mantuvimos totalmente pendientes del sonido, ni siquiera sabíamos que era, el terror hizo que nos paráramos y un momento más tarde cambiamos el trayecto que seguíamos, pues así como íbamos hacia donde nos solíamos dirigir siempre sobre esa hora, al oír tremendos y lúgubres estampidos, decidimos de común acuerdo, dar media vuelta y cambiar la ruta, ya que en un momento como aquel, todo nos parecía tan terrorífico como siniestro.
Instantes después, un silencio sepulcral se hizo en la zona y nos miramos unos a otros totalmente absortos en nuestras propias caras, que estaban de una palidez tal, que parecían casi como de muertos. Seguimos caminando, porque no teníamos otra cosa mejor que hacer, pisando las piedras del camino y los guijarros que nos íbamos encontrando a nuestro paso.
Al poco empezaron de nuevo los ruidos, siendo esta vez como murmullos y susurros de lo más vibrante. Sentí como mis huesos temblaban y el chasquido de las mandíbulas de mi compañero de paseo, las podía oír a casi medio metro de distancia.
Casi me creí morir de miedo en ese mismo instante.Instantes después, un silencio sepulcral se hizo en la zona y nos miramos unos a otros totalmente absortos en nuestras propias caras, que estaban de una palidez tal, que parecían casi como de muertos. Seguimos caminando, porque no teníamos otra cosa mejor que hacer, pisando las piedras del camino y los guijarros que nos íbamos encontrando a nuestro paso.
Al poco empezaron de nuevo los ruidos, siendo esta vez como murmullos y susurros de lo más vibrante. Sentí como mis huesos temblaban y el chasquido de las mandíbulas de mi compañero de paseo, las podía oír a casi medio metro de distancia.
No pensé en volver a ver la luz del sol nunca jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.