sábado, 5 de marzo de 2011

AQUELLA TERRIBLE NOCHE.


Posted by Picasa                   Abrí la ventana de mi cuarto y me asomé para respirar el aire fresco de la mañana, me sorprendió un cúmulo  de nubes que se acercaban despacio, eran tan espesas que parecía que podían cogerse con la mano. Me detuve un rato mientras las observaba y después recordé que había quedado con Marcos, así que entré y cerré de nuevo. 
                          Marcos y yo practicábamos senderismo con frecuencia, ese día  quedamos para empezar en una zona en donde no lo habíamos hecho nunca y nos ilusionaba el reto. Empezamos la caminata como siempre, con un café en casa de Iván, la cafetería cercana de donde casi siempre salíamos. Seis horas más tarde, estábamos felices y cansados de tanto bajar y subir montañas y pequeños senderos desconocidos. Como empecé a sentir una necesidad fisiológica difícil de aguantar, me aísle unos metros, al rato cuando volví, no encontré a Marcos.
                                    Lo llamé, grité, cogí el móvil que estaba desconectado, empecé entonces a preocuparme, no era normal que actuara de esa manera. En la zona había poca cobertura y aunque quisiera llamar a protección civil, no me podía comunicar. Una hora más tarde de espera, decidí marcharme, segura de que algo extraño le había pasado. Había empezado a llover y el tiempo estaba oscureciendo. Como estaba en medio de nada, tenía que darme prisa, porque dentro de unas horas, sería de noche. Unos tremendos goterones de agua, me hicieron sacar el impermeable y darme prisa en buscar un refugio, la lluvia seguía arreciando y al dar la vuelta al recodo de un sendero, vi una casucha, en donde antiguamente se guarecían cuando el pastoreo, no lo pensé dos veces y me dirigí directamente hacia allí. En un pequeño camastro me tumbé y me dormí, entre horribles pesadillas, pasé la noche, esperando que escampara y al llegar el día pudiera seguir mi camino y encontrar a mi amigo.

                                           Me desperté varias veces, soñaba con un extraño personaje que no se de donde lo saqué, un viejo de lo más raro, que me miraba desde la puerta de la cabaña. Aquella imagen tan tétrica y lúgubre, hizo que no pudiera descansar, imaginaba que el diabólico personaje había raptado a Marcos y que yo que se lo que le podía haber hecho.
                       Al siguiente día, temprano, vino la guardia civil a rescatarme, acompañada de mi amigo, que simplemente.... se había extraviado.
                  
                           

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