LA RESILIENCIA.

Una particularidad especial le distinguía. Desde muy joven la gente se le  notaba, tenía esa capacidad de ayudar a los demás, por lo que todo el mundo que lo conocía terminaba queriéndolo. Nació en una familia humilde, sobrevivieron con lo básico durante su primera infancia, después las cosas mejoraron, su padre encontró trabajo mejor remunerado y aunque se tuvo que marchar lejos de casa, enviaba mensual y puntualmente el dinero para que su madre y ellos pudieran vivir bien.

                               Era el mayor de los tres, con el apoyo de sus padres, terminó el bachillerato. A pesar de las penalidades, su madre nunca los dejó sin estudios, no quería que pasaran lo mismo que habían vivido ellos. Pero trabajaba de noche, los fines de semana iba a la biblioteca a leer y ayudaba a sus hermanos pequeños con los deberes.
                                  Él era así. Pasó casi toda su infancia y adolescencia intentando superarse a si mismo, de paso ayudó a todos los que estaban a su lado. A pesar de no tener demasiado, eran una familia feliz, se ayudaban y se querían, tenían un plato de comida en la mesa a diario y no le debían nada a nadie. Eran las palabras de su madre.
                                  La resiliencia, es la capacidad que tienen algunas personas o familias, para  ser luchadores ante las adversidades, mantener una actitud positiva ante la vida y superar las circunstancias  con dificultades y obstáculos, pero hacerlo siempre, con los pies en la tierra, de manera que salen fortalecidos ante ellas.