

!Si no me costara tanto hacer las cosas! ! Si no me supusiera tanto esfuerzo ! Sabía que necesitaba ayuda. Tenía cita con la siquiatra en breve. A pesar de que llevaba un tratamiento puesto hacía tiempo, no parecía que estuviera siendo efectivo.
Pasó el tiempo y me recuperé, vi de nuevo salir la luz del sol por las mañanas y me encantó ver la oscuridad del amanecer. En todo ese proceso, hay cosas de las que jamás, jamás, me podré olvidar.
Las llamadas diarias de mis hermanas para ver como me iba encontrando. La visita de mi amiga el día que la llamé llorando a su casa porque me encontraba fatal y a los cinco minutos estaba conmigo. Cuando mi otra amiga me dijo llámame el Viernes, para comprobar que yo la iba a llamar e iba a estar mejor como para hacerlo.
Las visitas diarias de mi hijo y sus consejos y conversaciones que me hicieron tanto bien. Todo eso y mucho más, son cosas que nunca, nunca, las puedes olvidar por mucho que te sientas bien. El apoyo de la familia y amigos, es imprescindible en este tipo de enfermedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.