martes, 18 de enero de 2011

LA DETECTIVE.

                  Desde lo alto del muelle, los pescadores, con sus cañas, formaban una hilera en que cada cual mantenía su pequeña parcela, sin que se viera invadida por los otros. Los turistas paseaban encantados con la divertida imagen, era como un cuadro, en que los colores salpicaban en el azul del mar.
                  Lucía también paseaba como una turista más, pequeños pantalones y camiseta corta era su atuendo, no llevaba nada que la hiciera parecer del pueblo. En principio, quiso identificarse con una pueblerina, pero lo pensó mejor y una turista despistada, tampoco estaría mal. Cuando la llamaron para hacer el papel de detective de aquella empresa, accedió por lo elevado del sueldo, ya había trabajado de lo mismo en otras ocasiones y no le había ido mal, de hecho era bastante buena en ese trabajo, pero tuvo que dejar la empresa en donde estaba muy bien considerada, aunque no se lo pensó mucho, porque el dinero le dio la pauta. 
                      Empezó su tarea, en principio, comenzó contactando con las gentes de bares y lugares de las mañanas, luego seguiría por los sitios nocturnos. Todas las mañanas, se enfundaba su bikini y se iba a la playa, después a los chiringuitos y al mediodía a tomar algo a los bares de la zona. La cuestión, era hablar con gente que le pudiera dar información de lo que ella quería.
                      Dos semanas más tarde, ya tenía algo, había conocido bastantes personas para empezar a salir por la noche. Y tres semanas después, un material de primera mano, se hallaba en su poder. 
                      Pero los otros le pudieron, una noche, tocaron en su apartamento, a pesar de que cogió su arma, al abrir la puerta, un golpe atroz la dejó sin sentido y un disparo, la mató.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.