sábado, 1 de enero de 2011

EL GUÍA

             La caída de mi marido por aquella carretera sin nombre, tuvo un fuerte impacto en nosotros.  Salimos de senderismo con seis amigos, todo transcurría con normalidad, hasta que tuvo la mala suerte de un resbalón inoportuno, no había nada en donde agarrarse y terminó ladera abajo. No es que se rompiera ningún hueso, ni que se hiciera un daño horrible, pero el susto no nos lo quitaba nadie. Menos mal que el guía, un chico muy preparado, en seguida bajó a por él, llevaba un botiquín de urgencias y mas o menos sabía las mínimas medidas para estos casos. 
                 Mi marido se recuperó en seguida, no fue sino un susto y al guía, le agradecimos lo que hizo por él...Él guía, era una monada, mis otras amigas, coincidían conmigo. Camiseta sin mangas, pantalón bien apretado, marcando unos glúteos firmes y redondeados, los brazos, torneados y de un suave tono dorado, se notaba que iba con frecuencia a la playa, en fin, practicamente perfecto. Nos pasamos casi todo el trayecto mirando a este chico, que nos estaba alegrando nuestro día en el campo.                 
                

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.