sábado, 1 de enero de 2011

EL DIA DE AÑO NUEVO CUANDO FUI A BUSCAR EL PAN

               La apariencia de la curva elíptica del arcoiris, era de una perfección tal, que hacía que todos los transeúntes se pararan a mirarlo, pero no no llamaba la atención sólo eso, sino el inusual brillante de sus colores, que eran de una fuerza e intensidad, anormal en un tipo de fenómeno como aquel. También yo me detuve, pues me llamo la atención en cuanto lo ví. A pesar de todo, como soy un poco torpe y tenía algo de prisa, ya que llevaba el pan fresco a mi casa para el desayuno del primer día del año, pues seguí con la mirada en alto mientras caminaba, claro, pasó lo que tenía que pasar, me tropecé con alguien... o con algo, todavía no lo tengo claro. 
                  Eso que dije de "algo", fue porque el golpe me lo di, pero cuando miré, no había nadie, si, como lo oye, nadie. Miré a todos lados, me volví loca intentando buscar a quien le acababa de pegar tremendo encontronazo, pero no, nada de nada. Terminé algo asustada, no mucho porque estaba rodeada de gente y eso, quieras que no, siempre te da un cierto amparo. Bueno, me marché a casa, en vista de que no encontraba al individuo en cuestión, pues mi familia estaría hambrienta.
                 Y, !joder!, ( perdón ), como ya me ha pasado otras veces sin darme cuenta, en ese momento, sentí la mano calentita de mi madre que me movía, mientras me decía, no de demasiadas buenas maneras, -Nena, o te levantas para ir a buscar el pan, o te levanto de un cachetón.                    

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