viernes, 7 de enero de 2011

DEJÉ ATRÁS A MI FAMILIA.

10 hs.  Vean que frase tan bonita leí.
                  Quien no comprende una mirada, tampoco entenderá una larga explicación.
        
              Subió las escaleras y abrió la puerta, tiró las llaves en un sillón, mientras ella se tiraba en el de al lado a descansar. Respiró profundamente, pues su cuerpo agradecido, sentía el momento aquel en que los músculos y huesos, mente y espíritu, relajados y tranquilos, recuperaban poco a poco la energía que habían perdido. 
              Se despertó horas más tarde, descansada y feliz. De repente se dio cuenta, que estaba sola. Su  extensa familia, se había marchado a esquiar durante varias semanas, ella se negó. Necesitaba, después de tantos años, soledad. 
               Era una hora temprana de la mañana, se sirvió un vino y se sentó, simplemente a pensar. Abrió la puerta de la terraza, mientras encendía un cigarro, su tumbona preferida, la miraba con ojos codiciosos. 
                 Sonrió al pensar en lo que diría su marido si la viera con una copa y un cigarro en la mano, para todo eran reproches continuos, no hagas eso que te puede sentar mal , Merche, no bebas tan temprano que es malo, Merche, no fumes que... ! estaba harta !  necesitaba estos días de estar sola, de hacer lo que le viniera en gana y a la hora que quisiera. No quería preparar comida para nadie, ni recoger ropa, ni camas, ni hacer colada, ni...nada de nada. Tenía una panda de vagos en casa, quizá ella los había educado así, pero estaba cansada de que la controlaran como si fuera una chiquillaje. Y, con su marido, ni siquiera es que fuera un perfecto amante y que f...todos los días, como a ella le gustaría, bueno, todos, a lo mejor, no, pero dos ó tres por semana no estaría mal, pero ni eso, que si tengo reunión y llego tarde, que !ay ! Merche, hoy estoy tan cansado, que si, que si, que si. En fin, que tanto que si, me tenía hasta las narices. 
                     Pensé que todo esto tenía que cambiar. Yo trabajaba a tiempo parcial como vendedora en una inmobiliaria, me llamaban cuando tenían clientes, era un buen trabajo. Economicamente no tenía problemas. Así que me alquilé un pequeño apartamento y me fui a vivir sola, trasladé todos mis bártulos, me sentí satisfecha, cuando mi familia vino de las vacaciones, yo, ya no estaba. 

  
           
           

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