Para desayunar, algunos para después del almuerzo, tomamos un postre que llamamos Roscón de Reyes. En medio, en las pastelerías, colocan una figurita de un rey mago, el que se la encuentra, a parte de tener un diente de menos, tendrá suerte durante todo el año. Las familias solemos reunirnos para darnos los regalos de Reyes, luego, almorzamos juntos.
Es un día especial, sobre todo en las casas donde hay niños pequeños, pero aunque no los haya, la reunión de todos, lo que a veces resulta difícil, es entrañable. En Las Palmas, como las distancias son cortas, se puede ir a casa de unos y otros, los tíos y primos van a recoger los regalos que dejaron los Reyes en casa de los abuelos o de otros parientes. Es emotivo. En fin, en mi caso, vendrá mi hijo mayor con sus regalos, hoy comerá aquí, su hermano y yo lo estaremos esperando entusiasmados.
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