lunes, 8 de noviembre de 2010

HALLOWEEN. ( El crepúsculo entre fantasmas. )

                  No era fácil vivir en aquella casona, que de tan antigua y derruida, parecía que de un momento a otro caería sobre nuestras cabezas. A mí no me sugería nada especial, había nacido en ella y era lo único que conocía, así que el miedo que le causaba a otros, para mi hermano y para mí era el hogar en el que vivimos toda la vida.
                  Nos gustaba el crepúsculo del amanecer y el anochecer, los días de calígine ( niebla, oscuridad ), mi tío nos llevaba a pasear al pantano cercano y disfrutábamos no viendo a más de un metro,  reíamos de todo lo que a otros de nuestra edad les causaría terror.
                       Y crecimos sólo con nuestra mutua compañía, ignorábamos lo que era un ordenador ó un videojuego, eramos chicos de una generación pasada, eso sí, la educación que estábamos recibiendo era exquisita, a diario venían a casa tres tutores, que nos daban clases de todo lo que uno se pueda imaginar.
                       Pero al cumplir años fuimos necesitando más. Queríamos saber, conocer, investigar, tener contacto con gente. En donde vivíamos, tan aislados del mundo, nunca veíamos a otros seres humanos, sólo nosotros, la familia y los sirvientes.
                       Así que expusimos nuestras necesidades, nos reunimos en el crepúsculo de un anochecer como hacíamos siempre que había debate en la familia, en el pantano, con  los abuelos y los cuatro tíos.
                         Habló el abuelo, su voz suave, cruda, no les vamos a explicar lo que ya todos sabemos, estamos aquí simplemente para recordar preguntas que vienen con respuestas añadidas, no quieren comprender, pero lo saben, son mayores, lo comprenden.
                        Silencio absoluto, todos hablaron, dijeron lo que opinaban en este oscuro crepúsculo,  nosotros solos... los fantasmas.....

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