viernes, 12 de noviembre de 2010

SU FORMA DE SER

                    Le podía la incapacidad, el esfuerzo ímprobo que realizaba, para poder levantar las pesas, hacía que su cuerpo se contorsionara de una manera que los que lo conocíamos, nunca habíamos visto. Me podía la preocupación, al ver a mi marido haciendo aquellos esfuerzos no dignos de él, cierto es, que no era la primera vez que participaba en campeonatos y concursos de este tipo, pero jamás habían sido de un nivel tan alto.  Al llegar a casa, llenó la bañera de agua y un líquido un tanto extraño, se sumergió en el y estuvo casi una hora, mientras se tomaba los clásicos batidos regenerantes o algo parecido, que no llegué a entender nunca.
                    Al día siguiente, no estaba de buen humor, el hecho de no haber llegado a el puesto que pensaba que se merecía, hacía que se sintiera de esa manera. Tampoco tenía muy claro el porqué no llegó, pues en los entrenamientos, lo había conseguido muchas veces. Unas semanas mas tarde, me enteré que pensaba le habían administrado algo en la bebida que tomó antes del concurso. 
                    Era un hombre un tanto violento y nervioso, en situaciones así, en seguida iba a por todas, eso fue lo que hizo en esta circunstancia, se enteró de quien fue la persona en cuestión, la atrapó y se dio una paliza con ella. Lo que consiguió, fue perder la licencia y no poder competir nunca mas.
                   Esa forma de ser, lo había llevado en otros momentos a problemas de mayor alcance, no hubo forma de que cambiara su personalidad. A la larga, la carcel, el divorcio, separación de los amigos, pero él, siguió  de aquella manera, lo marcó para siempre, su forma de ser.

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