viernes, 15 de octubre de 2010

NUNCA SE ACABA DE CONOCER A LA GENTE

                            Ella era parte de mi alma, parte de mi vida, no se como pude vivir sin ella desde aquel funesto día en que desapareció. No dejó una nota, ni un recuerdo, ni siquiera un porqué, simplemente, se marchó. Nunca podré olvidar aquel 13 de Octubre, para cualquier persona, supondría un día normal y corriente, pero para mí, era un antes y un después. Marisa y yo, teníamos una relación de esas que la gente llama estables, diez años juntos daban buena prueba de ello. Pero no se que fue lo que desestabilizó nuestra pareja, yo no me percaté de que hubiera pasado nada nuevo, lo cierto, es que ella, desapareció un día triste para mí. 
                             Siempre pensé que otro hombre había ocupado mi lugar, que había encontrado esa persona con la que se sentía realmente identificada, que se había dado cuenta que yo no era el hombre de su vida. Tantas cavilaciones no me llevaron a ninguna parte, pues tiempo mas tarde estaba donde mismo lo había dejado. Pero pasados siete meses y por pura casualidad, la encontré en la calle, iba abrazada a otra mujer, las dos parecían felices, se las veía identificadas la una con la otra. 
                             Nunca imaginé que mi chica, tan apasionada en la cama conmigo, a la que se veía tan entusiasmada y feliz, pudiera tener cierta afición por el sexo contrario. De lo que deduzco, que nunca se acaba de conocer a la gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.