viernes, 1 de octubre de 2010

LA TOXICÓMANA

Cuidaba al niño como si fuera suyo, todo el amor que no había podido dar a un hijo biológico, se lo daba a este, que no era nada suyo. Pero le daba pena, porque con la madre que tenía, si el no ponía un poco de empeño en sus comidas, baños,etc. el crío, estaría completamente a la buena de dios.  Con la madre, se ennovió hacía ya cuatro años, los dos eran de la misma calaña, le pegaban a la droga que daba gusto, eran toxicómanos y vivían felices de serlo, pues nunca se les había ocurrido acudir a un centro de desintoxicación. Y, en ese tiempo fue cuando ella se quedó embarazada, aunque era su pareja, nunca supo de quien era el niño, creía que ella tampoco lo sabía. Llevaban los dos una vida de promiscuidad y desenfreno, a veces paraban un poco, estaban unos días mas tranquilos, pero luego volvían a lo mismo, drogas, alcohol y lo que les echaran. 
                            Pero lo cierto, era que el niño, existía. Era precioso, a pesar de haber nacido de una madre drogadicta, no tuvo síndrome de abstinencia, siempre fue un chico sano y fuerte. Ahora, tenía ya cinco años, espabilado y despierto, lo había escolarizado, porque si no es por él, el niño estaría jugueteando por las calles.  Todas las mañanas, le daba el desayuno y lo llevaba al colegio cercano, mientras ella dormía la mona y el pequeño preguntaba porque mama está siempre durmiendo.
                               Y un día pasados tres años mas, mama amaneció muerta en una esquina de su ciudad, llevaba aún la jeringa clavada. Marcos se hizo cargo del pequeño, siempre había dicho que él era el padre, así el niño le llamaba como tal, nadie tenía que conocer la verdad, porque el auténtico padre, jamás aparecería.  
                                   Lo crió e hizo de él un buen hombre, a la vez, el se convirtió en una buena persona, porque el niño, necesitaba, antetodo, su ejemplo.

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