lunes, 4 de octubre de 2010

LA CONVIVENCIA

  •                                           Ricardo es el indigente que "para" por mi barrio, es educado y alegre, simpático, siempre tiene una palabra amable que decir o algo divertido. Sé lo que digo porque lo conozco hace años. 
  •                             Las dependientas del estanco, son Alejandra y Rosi, les compro los cigarros y alguna Coca-Cola. Si me falta dinero, ellas, no te preocupes, ya me lo pagas en otro momento.
  •                           A veces me dicen que porque compro en la tienda de la esquina que es más cara, pero ellos son un grupo de gente que en la medida que pueden, si tienes un problema, te lo solucionan, son agradables, buena gente y son un digno ejemplo de convivencia. 
  •                          Vivo en la calle Juan de Padilla desde que era chica, me he mudado varias veces, pero siempre por la misma zona,  muchas  personas  me dicen que me vaya a las Canteras, o a otros sitios con buenas vistas, pero lo que realmente me interesa son mis vecinos, los de toda la vida, los que saludo, los que me ayudan si hace falta, y a los que de alguna manera considero casi mi familia.
  •                        Están los chicos que trabajan en el pequeño supermercado, mi amigo el de La Caja, la librería, la farmacia, soy fiel a estos sitios, en ocasiones paso sólo a saludarlos, nos paramos a charlar un rato, conozco parte de sus vidas, ellos también de la mía.  
  •                           Procuro rodearme de gente a quien querer y que me quiera, salir a la calle y encontrarte amigos, que ni siquiera  buscaste, sino que la vida te los puso delante, ¿ hay algo mas fructífero que eso? De todo esto, se deduce, que mi barrio, es un digno ejemplo de convivencia. 

1 comentario:

  1. Tu relato me trae a la memoria lo que eran los barrios por los que caminaba y aún ando. Se va perdiendo ese sentido de "barreriedad" :)

    ResponderEliminar

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.