domingo, 31 de octubre de 2010

AQUELLA TRISTE EXPERIENCIA

                         No me encontraba  bien, una serie de sentimientos encontrados, invadían mi alma, haciendo que las sensaciones de ira, tristeza y desesperación formaran parte importante de mi ser. Todo empezó, cuando Margara y yo, decidimos marcharnos de vacaciones juntas, elegimos un lugar lo mas lejano posible de donde vivíamos. Nunca habíamos visto nevar y nos hacía ilusión, así que simplemente nos marchamos a algún sitio en donde pudiéramos aprender a esquiar y a disfrutar de las noches de invierno. No fue difícil y llegar al lugar y sentirnos dichosas, fue todo uno. Pasamos unos días maravillosos hasta que apareció en nuestras vidas aquella mujer. Era la hija del director del hotel, el funesto instante en que se cruzó en nuestro camino, la forma en que miró a Margara y como ella le correspondió, sabía que el problema estaba servido.
                              Así que esa triste noche para mí, ellas dos durmieron en la misma habitación, yo me quedé sola en la nuestra. Al día siguiente, me marché, pagué mi parte de la cuenta y me fui directamente al aeropuerto sin ni siquiera despedirme. Pero cuando llegué a casa y recibí la noticia de la muerte de Margara, todo un cúmulo de sentimientos, se apoderaron de mi alma, la impotencia, la rabia, la culpa por no haberme quedado, no podía vivir con todo aquello sobre mí. Tomé una decisión demasiado precipitada, debería haberlo pensado con mas detenimiento, hablar con ella, llegar a un acuerdo, pudo ser una noche loca, posiblemente quisiera volver conmigo, tenía que haberlo hecho de otra forma.
                           Después de la triste experiencia que tuve, jamás volví a tomar una decisión con tanta rapidez, siempre medí y calculé al máximo mis actos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.