domingo, 31 de octubre de 2010

AQUEL HIJO TAN RARO

                     Siempre tuve la certeza casi absoluta de que aquel chico no era mi hijo, desde que nació, recibió una educación igual a la de sus cinco hermanos, no vamos a decir idéntica, porque todos evolucionamos con el tiempo, nadie es igual ayer que hoy, pero tuvo los mismos padres, los mismos colegios y ambientes, se desarrolló su personalidad en lugares semejantes. Pero él, era como si fuera de otra familia diferente. Hasta la familia y los profesores hacían comentarios al respecto. Ahora que era ya un hombre, se notaban mas las diferencias, sus hermanos eran mas tranquilos, él era mas drástico y progresista en todo. Discutía hasta por las diferencias mas nimias, como no estuviera de acuerdo. Siempre escuchabas de su boca palabras como progreso, mejora, desarrollo, parecía a veces, mas un político que el hijo de un simple granjero, que en definitiva, es lo que era. 
                           Todos sus hermanos estudiaron, dos de ellos, fueron a la universidad, después volvieron a la granja a ayudar a su padre, como tenía que ser. El también fue a la universidad, pero cuando volvió, habían pasado muchos años. Nunca dejó que su padre le pagara nada, lo hizo él con su trabajo. 
                        Años después, convertido en un abogado de prestigio, dedicándose a lo que realmente le gustaba, que era la defensa de los que no tenían medios económicos, volvió a casa en unas Navidades, lo hizo para defender a su padre en un tribunal en donde todo el mundo decía que no había nada que hacer. El gobierno le quería expropiar la granja, construirían una carretera.  
                           Escuchar la defensa de mi hijo, fue todo un placer, nunca había visto a nadie hablar con aquella verborrea y con tanto conocimiento de causa. Ganó el pleito, tanto mi marido como yo pensamos que "nuestro" hijo era lo mejor. 

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