jueves, 23 de septiembre de 2010

LA RESILIENCIA

                                                     Salió de la nada, un pobladito de pocos habitantes en el sur de cualquier país, que de tan olvidado y triste, la meta para los ciudadanos, era comer ese día.
                                         Pero él había nacido con otras aspiraciones, no le gustaba andar siempre descalzo y corretear entre basura. Le hubiera gustado estudiar, ir al colegio, como veía que hacían otros chicos cuyos padres tenían más dinero que los suyos. Realmente en su casa, tenían para dar de comer o malcomer a sus cinco hijos y poco más.
                                         Así creció, con un afán de superación con el que no lograba conseguir nada, porque la vida no le ayudaba. Pero no siempre las cosas iban a ir mal y un buen día los dioses pusieron delante suyo a aquella mujer y su pequeño hijo, él aprovechó la ocasión para hablar con ellos, estaban de vacaciones, venían de uno de esos países en donde todo abunda. 
                                    Lucía viajaba con su hijo, era una persona caritativa y generosa, conocer a Eladio fue para ella importante, pues el chico era un ejemplo vivo de resiliencia, lo ayudó en lo que pudo, pues la capacidad de superación y lucha del joven, eran increíbles.
                               Años después no tuvo que arrepentirse de la decisión tomada, porque el muchacho, a parte de estudiar, devolvió el dinero invertido en él y una vez que hubo acabado su carrera, retornó a su país para ayudar a los suyos.

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