sábado, 18 de septiembre de 2010

LA AYUDA

La pradera, era de varias tonalidades de verdes, que se entremezclaban entre ellos fomando un abigarrado conjunto de colores, a cada cual mas intenso y penetrante. Los verdes claros, eran de un color de tan bajo grado, que casi parecían blancos y hasta que no se sucedían las hojas de los un poco mas oscuros, no se notaba el tono. A continuación, como si fuera un arcoiris, se sucedían los diversos clarososcuros y cuando los niños de la casita cercana salían temprano a jugar, disfrutaban con la hierba de colores que la naturaleza disponía para ellos. Eran tres hermanos mal cuidados, su madre había fallecido hacía tiempo y un padre que trabajaba a tiempo completo se encargaba de los chiquillos. La verdad es que ellos disfrutaban de lo que tenían y no quisieran estar en otro lugar. Pero estaban malcomidos y malvestidos, no sabían lo que era el colegio, e ignoraban una serie de normas de educación que deberían saber. De alguna forma, Alicia llegó a su casa y habló con el padre y con los niños, no fue fácil al principio, pero después de varios meses, los niños fueron escolarizados. Él comprendió las razones que ella fue explicando poco a poco, no fue tan complicado poner a los niños en colegio y comedor. Dejó de beber, que era uno de sus problemas al fallecer la madre, la inestimable ayuda de Alicia, estuvo ahí para el empuje. La familia de aquel hombre que estaba a punto de  desaparecer, había resurgido gracias a la ayuda de... otra persona.

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