Política y políticos.

                        En mayor o menor medida los políticos son como prostitutas, ellas venden su cuerpo y ¿ellos?, ellos lo venden todo, hasta su alma si es necesario para colmar sus ansias de poder.
                          Venden con su mejor sonrisa sus programas electorales que saben que no cumplirán, se dejan fotografiar con niños y ancianos cuando siempre les han molestado, nos cuentan con fingido entusiasmo lo buena gente que son y lo bien que lo van a hacer todo.

                Durante las elecciones vemos por las calles sus cabezas colgando de las farolas y nos hartamos de oír palabras como promesa, compromiso, mejor nivel de vida, disminución del paro, etc.etc. Pero ellos no se comprometen con nada ni con nadie y  se ofrecen al mejor postor intentando demostrar su eficacia mediante la escalada absurda y ambiciosa.

                       ¿O no los vemos a menudo que entran en un partido, votados por nosotros y cuando nos damos cuenta forman parte del opuesto? Estafadores y delincuentes suben a costa del desprestigio y descrédito de otros.
            

                        Gentes sin alma, no conocen la tolerancia, la conciencia, la consideración, la honestidad, la autenticidad...desconfiemos siempre de personas piensan así y hablan de esa manera de otros.