¿Cuanta responsabilidad tendrán los cuentos de hadas en la tendencia que tenemos... muchas mujeres de anhelar ser 'rescatadas' de las fauces de los dragones cotidianos (frustraciones, responsabilidades, cuentas, compromisos financieros, penas, miedos, multi-tareas y etc.)?
Y que el rescate lo haga un apuesto príncipe, por supuesto..., que además de apuesto y de príncipe sea un gran protector, impecable proveedor, el mejor terapeuta, tan tierno como mi abuelo y tan sexy como el hombre de mis fantasías, mi mejor amigo, mi consejero... aaahhh, gran plomero y carpintero..., siempre de buen humor y en excelente disposición para hacerse cargo de mis inseguridades..., comprensivo hasta el hipo... y que tenga ojos solo para mi.
¿Cuantas veces hemos pensado/sentido/soñado aaaayyyy, si tan solo llegara EL a resolverme la vida? Porque muy distinto es anhelar un compañero de vida para compartir-nos, apoyar-nos y espejear-nos en el trámite de evolucionar...., con todas las piruetas que eso tiene.
¿No será saludable 'normalizar' a nuestras heroínas de los cuentos de hadas... y sacarlas de su historial de perfectitas y dependientes del príncipe salvador..., que es más perfectito aún? Y esto no en un sentido 'feminista' de eeeeehhhh podemos sin ellos.... sino en un sentido 'realista' de hey, si no tienes tu vida resuelta, vas a usar a tu príncipe como muleta... y a poco andar sencillamente te vas a olvidar de la fuerza que tienen tus piernas para caminar.
'Normalizar' nuestros referentes mágicos de realización tiene que ver con asumir, simultáneamente, nuestras fortalezas, nuestras debilidades, nuestras capacidades y nuestra imperfección... para así concederle esos mismos derechos a un otro. Y entre dos seres 'de a de veras', son posibles el compañerismo y la complicidad que construyen esa bella energía que llamamos 'en-amor'.... en la que no hay salvador ni salvada, sino simplemente cuidado mutuo, desde la libertad del corazón.
Círculo de Mujeres - Corazón de Luna
Y que el rescate lo haga un apuesto príncipe, por supuesto..., que además de apuesto y de príncipe sea un gran protector, impecable proveedor, el mejor terapeuta, tan tierno como mi abuelo y tan sexy como el hombre de mis fantasías, mi mejor amigo, mi consejero... aaahhh, gran plomero y carpintero..., siempre de buen humor y en excelente disposición para hacerse cargo de mis inseguridades..., comprensivo hasta el hipo... y que tenga ojos solo para mi.
¿Cuantas veces hemos pensado/sentido/soñado aaaayyyy, si tan solo llegara EL a resolverme la vida? Porque muy distinto es anhelar un compañero de vida para compartir-nos, apoyar-nos y espejear-nos en el trámite de evolucionar...., con todas las piruetas que eso tiene.
¿No será saludable 'normalizar' a nuestras heroínas de los cuentos de hadas... y sacarlas de su historial de perfectitas y dependientes del príncipe salvador..., que es más perfectito aún? Y esto no en un sentido 'feminista' de eeeeehhhh podemos sin ellos.... sino en un sentido 'realista' de hey, si no tienes tu vida resuelta, vas a usar a tu príncipe como muleta... y a poco andar sencillamente te vas a olvidar de la fuerza que tienen tus piernas para caminar.
'Normalizar' nuestros referentes mágicos de realización tiene que ver con asumir, simultáneamente, nuestras fortalezas, nuestras debilidades, nuestras capacidades y nuestra imperfección... para así concederle esos mismos derechos a un otro. Y entre dos seres 'de a de veras', son posibles el compañerismo y la complicidad que construyen esa bella energía que llamamos 'en-amor'.... en la que no hay salvador ni salvada, sino simplemente cuidado mutuo, desde la libertad del corazón.
Círculo de Mujeres - Corazón de Luna
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