lunes, 12 de diciembre de 2011

TDHA



Mi hijo tiene 15 años, se levanta y se acuesta de buen humor y a lo largo del día también vive de esa manera. Es simpático y extrovertido y siempre encuentra formas de expresar su cariño y su afecto. Es mal estudiante, y eso ha sido una constante batalla en mi vida.El apoyo de su pequeña familia ha sido siempre incondicional y aunque vivimos separados,la frecuente relación entre nosotros le da seguridad y paz.
                                             Con frecuencia me dicen que soy permisiva con él, que debería castigarlo con mas frecuencia. Es un chico con una patología clara, tiene TDHA y no es fácil la convivencia. En momentos claves pierdo la paciencia y le grito, no debe ser así.
                                        Es característico de estas personas la inquietud y dificultad para mantener la atención, olvidarse y perder cosas, distraerse y tener un carácter impulsivo y ser inatentos. 
                                La hiperactividad motora ha disminuido con el tiempo, el castigo resulta ineficaz y es importante en la familia aceptar al niño tal y como es. En algunas ocasiones hermanos, padres o tíos,  también lo padecen sin saberlo.
                                 El estrecho contacto entre la familia y el colegio aumentará las probabilidades de éxito escolar y sobretodo el niño debe sentirse querido y respetado por lo que es: Una Persona.

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