El camino que decidimos seguir por propia voluntad, es el camino que no nos lleva a ninguna parte, ¿o quizá sí?... A veces sin ni siquiera darnos cuenta seguimos un trayecto equivocado o falto de motivación, pero estamos en él, nos aferramos a lo único que tenemos sin pensar que hay muchas opciones.
Pero mirar más allá nos resulta difícil y poco atrayente. Nos volvemos perezosos y vagos, pues el estar tanto tiempo dejándonos llevar por las circunstancias, nos hace de ésta manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.