El camino del corazón.
Una entusiasta nube de seguidores iban con él a todas partes. Hacía años que no sabía lo que era tener vida privada, pagaba con creces el precio de la fama. Pero de alguna manera se había acostumbrado a vivir así, a menudo recordaba sus comienzos cuando siendo un desconocido simplemente practicaba lo que le hacía más feliz en la vida, escribir.
En ese entonces, aprendió a manejar un ordenador y a partir de ahí fueron años los que empleó en traducir la informática y abrir un blog. Él no nació con un ordenador en la mano como las generaciones actuales, se lo tuvo que currar mucho.
Pasó tiempo escribiendo lo que se le apetecía, llegó a tener muchos amigos on-line y un buen grupo de seguidores. El día que le entró el gusanillo de escribir un libro, en seis meses lo tuvo casi terminado. Y escribió muchos más, con ellos llegó la fama y la popularidad, también el dinero. Se cambió de casa y de coche, ropa cara y amigos nuevos.
Pero según fue pasando el tiempo, más echaba de menos la privacidad de su anterior vida, necesitaba de los amigos que dejó atrás y poder pasear sin verse atosigado por los fans.
Lo pensó mucho y decidió que no quería vivir de esa manera. Vendió su fantástica casa y se mudó a un sencillo pisito cerca de la casa de sus padres. El mismo día por la tarde, abrió otro blog con nombre ficticio, retomó la vida que había dejado y lo invadió una sensación de paz
y tranquilidad que hacía tiempo no sentía, entonces se dio cuenta que... si sigues el camino del corazón no te equivocas.
En ese entonces, aprendió a manejar un ordenador y a partir de ahí fueron años los que empleó en traducir la informática y abrir un blog. Él no nació con un ordenador en la mano como las generaciones actuales, se lo tuvo que currar mucho.
Pasó tiempo escribiendo lo que se le apetecía, llegó a tener muchos amigos on-line y un buen grupo de seguidores. El día que le entró el gusanillo de escribir un libro, en seis meses lo tuvo casi terminado. Y escribió muchos más, con ellos llegó la fama y la popularidad, también el dinero. Se cambió de casa y de coche, ropa cara y amigos nuevos.
Pero según fue pasando el tiempo, más echaba de menos la privacidad de su anterior vida, necesitaba de los amigos que dejó atrás y poder pasear sin verse atosigado por los fans.
Lo pensó mucho y decidió que no quería vivir de esa manera. Vendió su fantástica casa y se mudó a un sencillo pisito cerca de la casa de sus padres. El mismo día por la tarde, abrió otro blog con nombre ficticio, retomó la vida que había dejado y lo invadió una sensación de paz
y tranquilidad que hacía tiempo no sentía, entonces se dio cuenta que... si sigues el camino del corazón no te equivocas.
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