domingo, 20 de febrero de 2011

LA CASA DE MIS SUEGROS.


Posted by PicasaAsí fue como me sentí el día que accedí a la casa de mis suegros. Como si yo fuera la pequeña muñequita y los otros las demás. Es cierto que pertenecían a un pequeño pueblo de las afueras, que tenían una educación diferente a la nuestra. Mi marido, su hijo, había ido a la universidad, yo, también, teníamos una manera más amplia de ver la vida, a la que ellos jamás tendrían acceso. Pero claro, el problema, es que les habíamos prometido que estaríamos todo el mes de esas vacaciones en su casa y yo no se si podría cumplir la promesa, después de lo visto.
                      Siempre estaban malhumorados y con frecuencia eran hasta groseros en su forma de tratar a los hijos. Criticaban a los vecinos de los alrededores y la avaricia era mal común en los dos, autoritarios y ambiciosos, no entendía como podía mi marido entenderse con semejantes padres, pues los veía hablar con ellos como si fueran almas de dios.
                             Eso es lo que me parecieron al menos la primera semana que estuve allí. Después, cambié mi apreciación, pues empecé a darme cuenta de que no todo el monte es orégano y que aquella gente, es verdad que eran como yo los he descrito, pero también tenían una serie de virtudes que no me había dado cuenta.
                          Eran trabajadores y buenos organizadores, perfeccionistas y generosos. Me vine a dar cuenta de que incluso eran altruistas, pues hacían obras de caridad en varias ong.
                           En fin, que después de varias semanas de convivir con ellos, cambió mi apreciación, pude pensar que mis suegros, no eran tan mala gente como realmente yo, había creído.   

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