Cuando conocí a Claudio, supe lo que era eso que llaman un flechazo, fue una reacción instintiva, de repente un intenso calor me inundó, sentí, para mi horror, que me ponía roja y también para mi consternación, cuando me lo presentaron, yo, tan segura de mí misma, tartamudeé. Para ser sincera, diré que soy una mujer enamoradiza, que dos ó tres veces al año, tengo dos ó tres relaciones que duran, pues eso, lo que dura el año. Pero claro, lo que me estaba pasando era diferente, porque las otras veces, yo controlaba y esas reacciones las veía en mis parejas, pero ahora...
La cuestión es que me enamoré perdidamente de una persona que me hacía puñetero ( perdón ) caso. Me encontraba en el lado opuesto en donde había estado siempre en cuestión de amores. Lo veía a menudo, porque pertenecíamos al mismo grupo de amigos y yo no me perdía una reunión en donde daba por supuesto que él podía acudir. Fueron unos meses de auténtico sufrimiento, ver, pero no tocar. Realmente angustioso.
Entonces, en una reunión de esas que cuento, Claudio, se fijó en mí. ! Se fijo en mí !. Creo que recordaré aquel día como uno de los mejores de mi vida. Tomamos unas copas y quedamos para no se qué para el siguiente día. Nos intercambiamos teléfonos y gracias a eso, porque no podría decir ni donde quedamos ni a que hora.
Hoy día, que ha pasado tanto tiempo, escribo esto, mientras Claudio duerme a mi lado. Usted, sacará conclusiones.
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