LOS DOS AMIGOS Y LA NOCHE DE REYES.

                Los dos amigos se veían contentos, caminaban felices por la calle principal, parecían buscar regalos navideños, por la forma en que se paraban en los escaparates o como entraban y salían de algunas tiendas. Recorrieron varias manzanas, cargaban bolsas de algunas marcas conocidas y reían y decían bromas de todo tipo. Se notaba que ambos tenían unas familias largas, pues las bolsas iban cantando, llevaban juguetes y perfumes, ropa y todo tipo de videojuegos. 

                  Jaime y Rodolfo, hacía cinco años que tenían una relación de lo mas estable, compartían con sus respectivas familias la noche de Reyes. Siempre ponían los regalos. Esa noche especial, la pasaban en casa de sus sobrinos, cuando estos se dormían, ellos se dedicaban a colocar los paquetes bajo el árbol. Estos, carecían de padres, los cuidaba una señora que los había adoptado cuando sus padres murieron. Pero Jaime y Rodolfo, nunca dejaron a los pequeños de lado, los querían con locura y en esta época del año, se volcaban en ellos.
                         Así que aquel año, como uno más, compartieron una feliz noche, los chicos disfrutaron al despertarse y de paso, ellos también, pensaban que ojalá en todos sitios y todos los niños, pudieran tener la suerte que tenían en estos momentos, los suyos.