LAS VOCES DE MI IMAGINACIÓN.

            Y mientras pensaba en lo que iba a hacer el día siguiente, me hice un té, que me tomé con unas tostadas no demasiado quemadas, a las que unté con mantequilla y mermelada. Era la hora de la tarde, esa en que a todo el mundo se le apetece merendar. Una vez que hube terminado, decidí irme a caminar un rato al parque, lo tenía enfrente de mi casa, así que no me causaba ningún tipo de problema.Me puse una ropa de footing y me dispuse a empezar una carrera de más ó menos tres kilómetros.  

              Estaba acostumbrada,  hacía ya casi diez años, que corría por ese parque, mis tres ó cuatro kilómetros diarios,  era de lo más normal. Cuando llevaba un trayecto importante, oí una voz que me transportó, me paré durante un instante, luego, seguí. Pero no era usual en mí, estar escuchando voces y cosas así, de manera que  me paré por segunda vez e intenté escuchar de nuevo, nada. 

                       Seguí corriendo como si no hubiera sucedido gran cosa. Al poco, de nuevo, las voces que me importunaron. Fue sólo días mas tarde, cuando me dí cuenta, que lo que escuchaba, era producto de mi imaginación, no tuve que reflexionar durante mucho tiempo, porque al poco, presupuse, sin tener que razonar demasiado, que lo que había visto y sentido, sólo lo había imaginado.