Tenía una afición que quizá, si hubiera vivido en otro país, no se le tendría en cuenta, pero en el suyo, un país muy machista, el hecho de que una chica se dedicara a jugar al billar, estaba malmirado. Como era una jugadora excepcional, decidió marcharse fuera, porque pensó que su futuro estaba en ello. Así que varios meses más tarde, vivía en donde nunca se imaginó, el frío imperaba y la nieve, impedía salir la mayor parte de los días. Pero consiguió lo que quería, se dedicó a su juego favorito y en poco tiempo fue la campeona del lugar y de otros lugares.
Pero...., porque, todo tiene un pero en esta complicada vida. Vivir en ese sitio, no era de su completo agrado, es cierto que la gente era muy cariñosa y con la que se sentía a gusto, pero venía de un lugar cálido, la forma de vida no tenía nada que ver con esta, aquí, el día acababa temprano, en su pueblo, el día empezaba cuando la noche lo decidía.
No lo pensó mucho más, se despidió de sus muchos amigos y partió de nuevo a su casa. La decisión fue acertada, cuando llegó, su familia la recibió encantada y feliz, dejó atrás dinero y fortuna, pero encontró lo que mas necesitaba, el cariño de los suyos.
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