jueves, 28 de octubre de 2010

LOS NEGOCIOS

                     Leí el cuento por segunda vez, las caras de los niños, eran un poema, ojos fijos y boquitas entreabiertas, mientras escuchaban totalmente absortos mis palabras. Me encantaba ir al colegio, lo que hacía dos veces por semana, iba sólo a leer a los niños, mientras la profesora ocupaba el tiempo en otra clase. Era una ocupación altruista, eramos cinco voluntarios, cada uno un día de la semana. Yo tenía mi trabajo, que me ocupaba cinco horas por la mañana, después, me dedicaba a los niños. Vivía en el centro de una gran ciudad, el apartamento que ocupaba, lo estaba comprando poco a poco, me quedaban todavía unos cuantos años de hipoteca, mis padres vivían en un pueblo alejado, los visitaba de vez en cuando. 
                Conocí en el colegio, a un grupo de gente con la que hice cierta amistad, salíamos juntos y con dos ó tres de ellos entablé una relación mas íntima. Me propusieron montar una academia por nuestra cuenta, dos, eran profesores titulados, no era mala idea. Estuvimos varios meses madurando la idea, al final nos decidimos. Fue un desastre, perdí dinero,  los llamados compañeros, no lo fueron tanto, lo único que se, es que no me meteré mas con negocios, si no funcionan, si sales perjudicada, nadie va a dar la cara por ti.
                     Así que como lo que me gustaba era estar con los niños, hice un curso para poder poner una guardería. Dos años mas tarde lo conseguí, puse mi guardería y durante muchos años, fui muy feliz, pues encontré el trabajo que realmente me gustaba.
                  

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