Mientras terminaba de arreglarse, decidió que aquella ropa no era la adecuada, así que según se la puso se la volvió a quitar, la cambió por un traje mas ancho y que no le marcaba tanto la gordura de su cuerpo y con el que se sintió mas satisfecha. Iba a un ensayo de una futura boda, la novia, una de sus mejores amigas era pura ilusión, ocho damas de honor y tenía que salir todo perfecto. Uno de los chicos iba a ser uno de los tres hermanos de la novia, estuvo tonteando con ella cuando era delgada, o sea hace ya cinco años mas o menos, pero en su corazón, siempre quedó un resquicio de lo que hubo. Así que cuando salieron, cuatro horas mas tarde, estaban todos satisfechos con el resultado obtenido. La boda se celebró tres semanas después, fue sencilla y bonita, lo que la novia quería. El banquete, en el restaurante de un amigo, con una terraza enorme, que dada la época del año, era perfecto. Fue una cena hasta altas horas de la noche, baile y madrugada con caldo, chocolate y lo que hiciera falta. Adriana, olvidó rápido sus kilos de mas con unas cuantas copas, nunca terminaba de hacer caso a su madre o amigas que le decían lo guapísima que era y que no debía preocuparse tanto por un poco de exceso de peso. Pero ella no iba con estos consejos, así que cuando vio a Darío, tan guapo y con aquel porte, hizo lo imposible por traerlo a su lado, con mentiras o sin ellas. Y lo consiguió, con mentiras, claro, al poco estaban los dos en un paraje alejado, besándose apasionadamente. Pasaron los meses y Adriana habló seriamente con Darío, el embarazo de tres meses estaba ahí, había que mirar que medidas iban a tomar. El habló de matrimonio, era un chico serio y conservador, así que pocas semanas después, se casaron. Pero cuando pasaron cinco o seis meses y no se veían indicios de preñez, el enfado de Darío fue mayúsculo, el divorcio no tardó en llegar y la estupidez de Adriana llegó hasta tal punto, que le comentó a sus amigas que al menos fue su mujer durante algunos meses, no lo habría conseguido de otra manera. Le hablaron e intentaron convencerla de que mediante mentiras y engaños, no era forma, pero no hubo nada que hacer, sólo sabía conseguir las cosas así.
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