No voy a dejar que nadie invada mi intimidad. Es lo más mío que tengo, lo que he conseguido a base de mucho esfuerzo. La intimidad compartida ya no es tal, es otra cosa que no sé como llamar. La intimidad es unilateral, nadie tiene derecho a entrar en el interior de otra persona. Hay gente que viola ese derecho con frecuencia, que se aprovechan de la ignorancia de otros ó simplemente pasan por encima.
Para todos esos desde aquí, les someto a la peor de las torturas: la indiferencia.
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