viernes, 18 de febrero de 2011

LA FUENTE, EL CALOR Y MIS PECHOS.


Posted by PicasaMe senté tranquila ante la fuente y metí mis manos en ella, hice un cuenco y me lavé la cara, el agua estaba helada, lo que era de agradecer, porque  aquel verano, caliente y por demás, húmedo, el frescor que desprendía la fuente, era algo como para el que lo utilizara, poder sentirse feliz. Pasé las manos mojadas por el cuello y la raíz del pelo, miré a ambos lados, como no venía nadie, desabroché dos botones de mi camisa y mojé también la parte que está entre los senos. Total, que al final, terminé con la blusa empapada y el pelo chorreando, pero me encontraba mucho más fresca que cuando llegué.
                              Me levanté, mojada como estaba y tomé el camino a casa. En medio de este, encontré a Carlos, era el chico que solía hacerle los recados a mi padre, un buen muchacho, conocido por mi familia. Nos paramos a saludarnos, se quedó un poco perturbado por lo mojada que se veía mi camisa, más bien por lo que dejaba translucir, miraba mis senos sin ningún reparo por lo que me sentí avergonzada, en un momento que no pude controlar, despacio y sin ningún pudor, levantó su mano y la depositó en uno de mis pechos. No fue una caricia, solamente la dejó allí quieta, sin moverla.
                                      Él no se movió y yo tampoco, no se lo que pensaba en ese momento, tampoco se lo que pensé yo. Unos minutos más tarde, la deslizó con cuidado hasta que la mano volvió a su lugar de origen, a su dueño, que rojo de verguenza, se marchó corriendo.

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