LA SECTA

                     Miraba su correo como hacía todas las mañanas, el día de hoy, cuarenta mensajes de los cuales la mitad no tenían ninguna importancia, la cuarta parte, eran revistas y periódicos y la otra cuarta era la que realmente le interesaba, mensajes de conocidos y amigos. Uno de ellos era de un tal Pedro, que se ofrecía para ayudarla a la investigación que estaba llevando a cabo, adjuntaba su currículum y otro tipo de datos. No había nada mas interesante, dos amigas que la felicitaban por su cumpleaños y poco más. Se metió después en su página, escribió las últimas noticias de lo descubierto en las excavaciones, que no era demasiado y cerró, porque no había nada mas que hacer. Pero un minuto antes de cerrar, le llegó un correo, que abrió por curiosidad y en el que se le emplazaba un día para  empezar una especie de concurso en el que iban a participar muchos conocidos suyos. Le extrañó, pues la gente no suele acudir a ese tipo de eventos, pero la organización era de prestigio reconocido y todos se apuntaron. 

                          Ella también lo hizo y el Viernes por la tarde, acudió a la cita, pensando  salir a los quince minutos. Pero no fue así, el acto fue de lo mas entretenido y ameno, al menos la primera hora, porque luego dio un giro de ciento ochenta grados, entraron otros oradores que nada tenían que ver con los anteriores y la cosa se complicó.
                            Los nuevos tipos, empezaron a darle la vuelta a todo y relacionarlo con el sexo, al poco se dio cuenta que mas de uno de los escuchantes, se habían despojado de sus ropas según órdenes de los de arriba. Minutos mas tarde, se practicaba el amor libre, sin ningún pudor, todos contra todos. Salió de la manera mas disimulada que pudo, en los periódicos del día siguiente, salió la noticia y a los tipos que apresaron.