sábado, 13 de noviembre de 2010

UNA PERSONA CAMBIADA

           Cuando sentí que tu vuelta era inminente, que faltaba poco para que tus brazos me abrazaran y tus labios fueran uno junto a los míos, fue en ese momento, cuando supe que sabía lo que era el querer. Mi mente era un cúmulo de torbellinos, en mi alma, los sentimientos acumulados después de tanto tiempo, no podían dar rienda suelta a tanto amor, necesitaba tenerte cerca y poderte demostrar lo que el tiempo me había enseñado.
            Hacía muchos años que se había marchado, tantos, que ya ni recordaba, pero ahora volvía, una escueta misiva, un simplemente, llego tal día, él era así, reservado para sus cosas, discreto y no muy hablador. Empezamos nuestra relación desde muy jóvenes, casi niños, ibamos al colegio juntos, después aquella maldita guerra lo apartó de mí, estabamos destinados a formar una familia, a tener hijos y una casa en el pueblo, sucedió así con muchos chicos de allí, pero con otros que se marcharon al frente, muchas nos quedamos esperando.
             Pero las ilusiones muchas veces son eso, sólo ilusiones, puras fantasías, de eso estuve viviendo muchos años sin saberlo. No lo llegué a ver mas, porque me envío un recado a traves de la hermana, no tuvo la valentía de hablarme cara a cara,  rompía la relación. Así, sin un motivo claro y que yo pudiera entender, cuatro palabras, ni una más.
              Pasado un tiempo supe que los años que estuvo en la guerra, lo habían cambiado de tal forma, que ya no era la misma persona que se fue. Su mente no era la misma, probablemente, su alma tampoco. Pensé, que la próxima vez, tendría que tener un poco más, los pies en la tierra.

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