LA LLAVE DE MI VIDA

                                       La llave de mi vida la tiene un hombre. Él es autoritario y dominante, caprichoso y obstinado. Controla con reproches mis entradas y salidas, me vigila y somete. Tengo que darle explicaciones de todo cuanto hago y digo, mi día gira en torno a él.
                       Le conozco hace pocos años y estoy enamorada. Si no está conmigo lo echo de menos, lo quiero porque es sensible y cariñoso, extrovertido y simpático. Es alegre como unas castañuelas y cuando no está en casa noto su ausencia, se hace como un vacío difícil de sobrellevar. Es inteligente, vital, impulsivo e intenso. Cuando estamos juntos, compartimos muchas cosas, me ayuda a ser mejor.
                     Poco a poco, intento que comprenda que soy independiente y tengo mi propia autonomía, que soy feliz junto a él pero necesito de otras gentes.
                    Que me gusta mi trabajo y mis amigos y mis momentos de soledad, que  no puedo estar siempre pendiente de él. Según van pasando los días, lo va comprendiendo, es una labor silenciosa y dura, pero parece va dando sus frutos.
                      Siempre digo que en mi vida hay un antes y un después, ya que desde que lo conozco he cambiado visiblemente, creo que para bien, al menos es lo que intento.
                 Quiero ser mejor persona para que él esté orgulloso de mí, que teniéndome como referencia, su vida sea más provechosa, quiero servirle como ejemplo para que aprenda a ser respetuoso y educado, que sea sensible hacia el dolor de los demas y que sepa también alegrarse con la felicidad de los otros, no me gustaría que fuera egoísta, ni chismoso, ni maledicente.
                      Hoy día es un tanto desobediente y consentido, claro, que se me olvida decir que todavía no es un hombre.... ya que tiene solo cuatro años.