lunes, 23 de septiembre de 2013

LA LÍNEA...

                                                                  De color amarillo y blanco, la nubes no parecían suaves y algodonosas como en otras ocasiones sino que lucían de una manera parecida a las rocas duras de la playa. Después de un rato de estar en aquella posición María irguió el cuello y se dio un suave masaje mientras pensaba que era muy raro ver nubes con consistencia de piedras. Recogió los bártulos de playa para marcharse cuando pensó en sentarse en una de las sillas de la avenida a tomarse una cerveza. Fue buena idea porque el cielo empezó a nublarse y  tomar el sol ya no resultaba agradable. Aún no había empezado a probar la caña cuando unas manos taparon sus ojos y una voz de mujer 
                            —¿A que no sabes quien soy?—, invadió su intimidad.
                     Se presentó como Sara, amiga de su hermana y se acordaba de ella de cuando eran pequeñas. Habladora y dicharachera como pocas no pasó mucho rato sin que supiera que vivía en Barcelona, casada, con dos hijos y un marido que no le quería conceder el divorcio.                          
                    Y así pasó una hora, la tal Sara no paraba de recordar historias de su infancia común, era más o menos entretenida pero en un momento determinado de su charla, se puso mas seria y le dijo a María que  quería pedirle su opinión sobre algo que para ella era importante, necesitaba una persona desconocida y ecuánime y pensaba que María tenía esa cualidad.
                         Ni corta ni perezoza pasó a narrarle con todo lujo de detalles, como pensaba asesinar a su marido pues no encontraba otra forma de desembarazarse de él.
                       María, aterrorizada, escuchó con paciencia el plan mientras otro se iba fraguando en su mente. No pensaba dejar que aquella mujer loca matara a nadie y menos a una persona que según ella, era buena gente.
                Cuando acabó la historia y  con el pretexto del calor, le sugirió ir a bañarse. Sara no había ido nunca a la barra, ya era tarde y no quedaba gente. Era un fantástico muro de rocas naturales que se ve desde la playa como a medio kilómetro, la gente nada hasta allí y se tiran desde las rocas o pasean.
                        Existe un hoyo profundo que cuando sube la marea, se llena de agua y es imposible salir...
                      No les voy a contar más, la línea es muy fina y cualquiera puede traspasarla, le pasó a estas dos desconocidas y nos puede pasar a cualquiera, por eso... cuidemos bien nuestra mente, manteniéndola fuerte y entrenada.

Un deseo mundial.

                                                       He viajado mucho y vivido muchas experiencias, soy una mujer todavía joven y podría seguir viendo mundo. Pero sé que lo que hay fuera de mí, es igual en todas partes. 

                                   Tanto en países lejanos como en el mío propio el mundo vive deseando lo mismo, paz en el alma, armonía con los tuyos y un lugar en donde crecer física y espiritualmente no suponga un desafío.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Sin título. Las palabras sobran...

Foto: ☆•´¯`•♡•´¯`♥ Benim Sayfam ♥´¯`•♡•´¯`•☆

Hermosa y rara, no?...

Publicado por Guía de jardinería.

Políticos de antes...que son los de ahora...

                                         Hace años vivíamos de otra manera, nos saltábamos muchas leyes, pasábamos de ellas y todos o casi todos actuábamos de la misma forma. 
                              Al ir llegando otras generaciones con mas conocimiento y queriendo acatar lo que manda la justicia todo eso fue cambiando. Les pongo ejemplos que me conciernen y a nivel de calle: aprobé algunas asignaturas en el instituto por conocer mi madre al jefe de estudios, entré en la escuela de enfermería de aquel entonces porque tengo un tío médico que habló con la persona indicada del gobierno canario...Empecé a trabajar en una clínica privada y a veces la paga mensual nos la daban en un sobre,  les suena?                               
                                 Mi caso no era aislado, a mi alrededor sucedía lo mismo.
                                  A mi no me parecía bien tanto "chanchullo" y nunca he puesto en práctica semejantes tropelías, pero se vivía así le guste a quien le guste.
                                  Yo tengo 58 años, para que se hagan una idea del tiempo en que sucedieron estos hechos de los cuales renegué siempre.
                                 Trasladémonos al momento actual; casi todos los políticos son más o menos de mi "quinta" o mayores y  vivieron lo que yo, fueron educados en ambientes funestos en que todo se conseguía a base de tocar puertas y estirar la mano... 
                                 Basándonos en esto, una de las soluciones para mejorar la forma de actuar de esta gente es CAMBIARLOS, poner gente joven con ideas nuevas, con mentes más abiertas y que no lleven en los "genes" la corrupción y el fraude.
                               Quitar a todos los que se educaron en la época de la dictadura y el franquismo, el que está ahora muerto...les enseñó bien.







miércoles, 21 de agosto de 2013

Sobre personas...

Compañeros de carrera


Guillermo Busutil
Guillermo Busutil
No conocía los textos de Guillermo Busutil; me los descubrió una amiga y me encanta. Siempre que pueda colgaré alguno suyo para que todos aprendamos un poco.
Cuando subimos a un taxi no sabemos qué silencio, qué radio o qué conversación nos espera. No es una aventura a ciegas porque casi antes de indicar la dirección, donde nos aguarda una promesa, la rutina o un destino equivocado, podemos advertir signos de identidad, posibles formas de entablar la comunicación. Un diario deportivo, un escapulario religioso, una bandera política, la miniatura de Elvis o de Betty Page en tentación de plástico o nostalgia de todo a un yen. Hay veces que el trayecto es la integridad inútil o perfecta del silencio. Incluso, en ocasiones, una tensión espontánea que despierta la ansiedad por llegar rápido al punto exacto en el que despedirse con una escueta transacción económica, muchas veces exentas de las protocolarias gracias. Pero lo normal, lo habitual, es pegar hebra con el cogote, el perfil o la mirada del retrovisor que recorre el fútbol, la política local e internacional con un pie jugando embrague y acelerador, y el otro a fondo del sentido común que no vacila en los verbos ni en los adjetivos que toman posesión del lenguaje y dejan en cueros cualquier remilgo de la palabra y su pasiones.
TaxistasLos taxistas son así. Compañeros de carrera que se mueven a la defensiva contra el tráfico y doman la impaciencia en largas esperas al borde de las aceras donde la vida también parece que se para. Tipos curtidos que bogan de bajura la ciudad de la que conocen su logística y su imaginación, hasta el punto de que ellos son la pieza imprescindible del puzzle que completa el funcionamiento de cualquier ciudad y su política. Son hombres que han cruzado generaciones con la mano en alto o la voz en reclamo; irreparables y anónimos hechos de cada día; tiempos precipitados y alguna que otra dirección al fondo de la vida. Conocen mejor que nadie dónde acaban y empiezan de verdad las madrugadas y las fronteras. Tienen la espalda en ágil guardia y en dolor permanente cuando llevan los riñones y la artrosis a casa. Todos han regresado de vacío de algunos sueños con la luz en verde y en la mayoría de sus trayectos descubrieron secretos, fracasos, máscaras impasibles, el resplandor del éxito y el gesto de la derrota, amores juveniles y envidiables ternuras en el ocaso. Algunos cuentan que también ellos fueron pasajeros a bordo de una aventura cuyos labios sin nombre recuerdan cuando fuman a solas, en esas noches donde la lluvia es como en el cine. No hay ninguno que no sepa reconocer en cada carrera una historia, el rostro de las huidas, el aliento que puede convertirse en un amenazante peligro, la pena a punto de ser incandescente en unos ojos, un conocimiento útil que echarse a la memoria. Los taxistas no gesticulan ni tienen miedo a las formas del silencio emborronado por las luces de guardia de alguna que otra farola solitaria y en más de una ocasión, en el asiento de atrás, han llevado a un fantasma con una deuda de más, con una copa de menos. Unas veces han sido clientes fugaces. Otras, cómplices voces que los llaman al móvil para pedirles una vuelta a todo lo que es posible de noche.
Los hay parcos, encantadores, simpáticos, educados, pendencieros y quemados. Filósofos, con aire de mundo y de naufragios, con un pasado aventurero o una niebla de la que todavía no se han puesto a salvo, y otros de los que uno sospecha que se convertirían en ceniza si amanecen al volante. La mayoría son buenos profesionales de años, hechos a sí mismos en carreras de horario infame, o tipos que un día bajaron de un barco mercante, de un tren de largo recorrido o de una esquina en la que no les esperaba nadie. De un tiempo a esta parte cada vez hay más mujeres, chicos jóvenes y miradas con cicatrices a los que la crisis ha obligado a tomar la dirección de la vida entre sus manos, aunque escaseen las carreras largas y un respiro autónomo a final de mes. El destino sobre el que no conocen atajos para llegar a tiempo. He conocido muchos taxistas como lo expuestos. Incluso algunos listillos y a algunos que saben hacerse el sueco. Pero nunca he conocido a ninguno que se hiciera el noruego. Igual que el primer ministro laborista Jens Stoltenberg, popular después de disfrazarse de taxista una tarde de viernes para que los usuarios, elegidos en un casting previo, le pidiesen una carrera al presente de una dirección de Oslo y otra a los próximos cuatro años si en septiembre vuelve a salir elegido. El primer ministro ha conseguido publicidad, que sus paisanos crean que es un político cercano que pregunta coloquial y escucha consejos, y tal vez adelantar en las encuestas de campaña a la conservadora Erna Solber. Pero desde luego no ha conocido qué es ser taxista ni qué agrava su oficio.
A los políticos que son bastantes narcisistas, curiosamente siempre les ha gustado disfrazarse. En el imaginario hay muchas leyendas que disfrazan a los príncipes entre plebeyos. Igual que la literatura ambientó a millonarios entre la vida de los pobres y el cine a pobres convertido en impostores de clase alta. Lo cierto es que los políticos sólo juegan a este teatro por unas horas, con escolta secreta y televisión propia que transmita su reality show. Y además el simulacro se les nota. ¿Se imaginan a Rajoy, a Cospedal, a Rubalcaba, a Bárcenas, preguntándonos la dirección de nuestros sueños y necesidades, chismorreando sobre corrupción, impuestos y la tiesura de la vida? Ojalá lo hiciesen de verdad. De incógnito, a destajo durante un mes, con el peligro de vivir lo que el taxista de Collateral de Michael Mann, los cinco de Noche en la Tierra de Jim Jarmusch (excelentes películas) o los reales que le contaron en Taxi a Kahled Al Khamisi sus historias laborales en el Cairo, antes del actual fraticidio en llamas y sangre. Si lo hicieran tal vez aprenderían a gobernar con más sentido común. Como si fuesen auténticos compañeros de carrera en la ciudad y en la realidad por la que conducirnos hacia el futuro.

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viernes, 16 de agosto de 2013

Imaginación...

Si tienes un problema con la imaginación, simplemente finge.
Si no puedes fingir, simula que puedes fingir.
Ésto abrirá las puertas del sueño y de la imaginación otra vez, permitiendo que redescubras la creatividad en tu Interior.
Mitakuye

                          

jueves, 15 de agosto de 2013

La meca de los bibliófilos...

Hay on Wye la " Ciudad de los Libros "en el condado de Herefordshire
Hay-on-Wye es una meca para los bibliófilos, que cuenta con "grandes librerías treinta", libros de segunda mano más vendidos. Las librerías para el que la ciudad es famosa son una innovación relativamente reciente. El nombre más estrechamente asociados con el comercio de libros en Hay-on-Wye es el de Richard George William Pitt Booth, que, el 1 de abril de 1977, solicitó la publicidad declarando Hay un "reino independiente" con él como su rey. La micronación lengua en la mejilla de Hay-on-Wye y su "rey" (que ejerce un aseo-émbolo edad en lugar de un cetro) que hoy se conoce principalmente por la venta de la novedad de bajo costo "títulos nobiliarios" a los turistas perplejos.
Hay on Wye Bastidores LibroHay on Wye librerosVentas de libros en Hay on Wye en el condado de Herefordshire
El Hay Festival se inició en 1988 por Peter Florence, entonces un joven actor. La familia de su madre provenía de las Montañas Negras de Gales, y Hay, con sus anticuarios y librerías de segunda mano, parecía el lugar ideal para un festival literario fuera de lo común. Él financió el primer festival con las ganancias de un juego de póker. El Festival, que pretende atraer a unos 80.000 visitantes se celebra durante diez días a principios de junio y ahora está patrocinado por The Guardian periódico.

lunes, 12 de agosto de 2013

Relato corto. Miedo...

                              Abrió la puerta despacio con esa cautela que da el miedo, miró hacia atrás y la cerró con rapidez. 
                El hombre la llevaba siguiendo hacía  una semana, al principio no lo tomó en cuenta ya que parecía mas bien un anciano "al que se le había ido la olla" pero catorce días después no le parecía nada divertido. Estaba asustada y le molestaba aquel hombre todo el día tras ella. Ya no le parecía ni tan viejo ni tan loco y le  daba la impresión de que sabía lo que hacía, lo que a Marian le pareció aun peor...
                       Es cierto que hoy no lo había visto, pero estaba segura que andaba por ahí. 
                        Llegó al rellano de su piso, el segundo de una vivienda antigua de tan sólo tres vecinos, los otros dos estaban de vacaciones y se sintió un poco aislada. 
                        Sacó la llave del bolso y la introdujo en la cerradura, fue justo en ese momento...cuando sintió una mano que se posaba en su espalda...
                                                             

Mentes...

                                                 En esta madrugada en la que todo vale y todo es posible, recurro una vez más a las argucias de mi mente para muy despacito, introducirme dentro y rebuscar entre sus más recónditos entresijos.
                        Es un trayecto complicado pues ninguna mente es proclive a dejar entrar a su propio dueño. Lo intentamos de distintas maneras y cuando vemos  la imposibilidad de tal trayectoria, acudimos a los especialistas en mentes humanas, este puede ser un amigo, un familiar o un psicólogo. Y así puede pasar meses ( los más afortunados), años ( los menos tocados por la suerte) y toda un vida ...el resto.
                    Y buscamos infructuosamente el por qué de ciertas cuestiones que nos abruman haciéndonos sentir angustia y a la vez rabia.
               Esta última por no saber... no entender y la rueda sigue dando vueltas con nosotros dentro.
                    Yo, particularmente, intento obviar ese tipo de preguntas, los años me han dado una cierta experiencia en que he descubierto que lo importante es que cada uno en nuestro pequeño mundo vivamos con coherencia e intentemos cuidar bien a  los que nos rodean y a nosotros mismos, intentar ser un poco mejores cada día  y disfrutar de esas pequeñas cosas que olvidamos con tanta frecuencia.