jueves, 1 de septiembre de 2011

El hospital en que viví.


                                             El pajarillo que todos los días me despertaba, era de un colorido tan hermoso, que lo miraba durante minutos, completamente extasiado. Empezó a llegar a mi ventana en Febrero del pasado año, como le daba migas de pan, acudía a diario.
                             Bueno, no les he dicho que vivo en un hospital, llevo casi dos meses aquí, tengo una leucemia, como no termino de mejorarme, me tienen ingresado hasta que lo consiga. Creo que hace mes y medio que me transplantaron la médula ósea, ha sido todo muy rápido, en una simple revisión se vio mi analítica alterada, me ingresaron de inmediato.
                                   Soy un hombre de campo, introvertido y cauteloso. No hallo entretenimiento para mí en éste lugar, no me gusta ver la televisión ni sé leer demasiado bien, así que paso las horas muertas jugando con los pajarillos que se asoman a mi ventana. Los conozco bien y les he puesto nombre a casi todos; hay un macho que se resiste a mis desvelos, pero dentro de poco, seguro que entrará como los demás.
                                       
                           Dos días más tarde:
                                        Estoy ingresado en éste hospital hace un día, me enteré con pena que el último señor que estuvo en ésta habitación, falleció repentinamente, debido a una larga enfermedad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.