Desde estas líneas...los queremos.

                                 Se acabaron las conversaciones de los desayunos y el placer de esa charla diaria. Los chicos se marcharon dejando una estela de tristeza y abandono. 

                          Hicieron mucho bien en el tiempo que permanecieron junto a nosotros, Fernando aprendió mucho junto a ellos. Conoció a unos primos a los que había visto poco, supo de gente joven juiciosa y sensata. Se enteró de que hay adolescentes cuya forma de pensar y sentir es acertada y que se divierten igual que cualquier otro sin necesidad de estímulos externos. 

                              Hicieron que supiéramos que nuestra familia ha crecido, nosotros intentamos darles lo que en conciencia se merecen...todo el cariño del mundo.