sábado, 12 de febrero de 2011

UNA FAMOSA.

Me daba una intensa rabia cuando veía que algún desconocido se me acercaba por la calle a pedirme un autógrafo y de paso me tocaba o me hablaba como si fuera de su familia. Intentaba pasar desapercibida de todas las formas, pero me encantaba ir de compras y una vez al mes mas o menos me permitía el lujo. Iba medio disfrazada, gorra y gafas y la melena metida dentro de la gorra, parecía que tenía el pelo corto, pero aun así, no todo el mundo picaba, siempre estaba él o la espabilada de turno que se daba cuenta y me descubría.
                                 Entonces, se formaba el típico corrillo de jóvenes y no tantos, toqueteo por aquí y por allá, besos por uno y otro lado y fírmame un autógrafo para mi hermana y yo que se que más, lo cierto es que en ese momento mi feliz día de compras se había acabado. Como eso es lo que había sucedido hoy, llegué a casa de un humor de perros, nunca salgo sola, Matías, mi secretario, viene conmigo a todas partes, se suele mantener en un discreto segundo plano, salvo que me vea muy apurada.
                   Pero cuando hoy estaba en medio de toda aquella gente, agobiada y sin saber que hacer, pasó algo que no era lo habitual, una voz se alzó por encima de toda la multitud, un hombre empezó a hablar y la gente, de manera inusual, se calló y lo escuchó. No gritaba, sino hablaba en voz alta para que se lo escuchara, decía como es posible que la atosigen de esa forma, no se dan cuenta que ella tiene su vida privada y en este momento está en ella. Hay que dejarla que disfrute de sus instantes de intimidad, no es justo que se ceben de esa forma con su persona.
                    Yo, sólo le pude decir muchas gracias y dar la vuelta y regresar al coche. Me sorprendí de la reacción del joven, no me pude imaginar nunca que nadie saliera en mi defensa de aquella forma. Pero me equivoqué si creí que todo el mundo estaba en mi contra, no, habían personas que estaban a mi favor, lo que pasa es que yo no me había dado cuenta.

                            

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.